Quiero contarte algo: en el movimiento libre, lo importante es que niñ♡ se mueva libremente. Parece una aclaración sin sentido, o redundante… pero es sumamente necesario que entendamos la importancia de este mensaje. ¿Qué quiero decir con esto? Quiero decir que el movimiento libre implica autonomía en el movimiento, es decir que toda intervención, como por ejemplo, que les agarremos de los bracitos, de las piernas, de las axilas, hace que la experiencia pierda sentido.

Cuando creemos que de esta manera ayudamos, sin querer estamos interfiriendo en su movimiento, en su autodescubrimiento, en su autonomía.

Es más: cuando hacemos todas esas prácticas, niñ♡ pierde equilibrio, estabilidad, coordinación, movilidad. Pierde la experiencia de equivocarse y de recomenzar… y consecuentemente, cree que no puede hacerlo por sí sol♡, por lo tanto, también repercute en su autoestima.

Entonces Sele, cómo le ayudo?
Con presencia. Y aquí me detengo en esta palabra clave. Porque estar presentes es estar disponibles. Disponibles para escucharles, quizá, en caso de que veamos que no están pudiendo resolver algún movimiento, preguntarles si necesitan algo. Pero ayudarles nunca es hacerlo por ell♡s. Porque ahí, sin querer, no estamos ayudando, ahí estamos interfiriendo en su aprendizaje, en su descubrimiento. Y allí, deja de ser movimiento libre y se crea, desde la intervención, dependencia porque dejan de confiar en su propio potencial y comienzan a necesitar todo el tiempo que el adult♡ lo haga por él/ella.

Con presencia, no sólo les decimos con nuestro cuerpo que estamos allí si nos necesitan sino que también les transmitimos confianza, siempre y cuando esa presencia no esté cargada de temor. (Recordá que nosotr♡s también estamos aprendiendo junto a ell♡s y que podemos practicar vencer el temor! 🤗❤)
Con presencia, con mirada, les estamos diciendo «acá estoy si me necesitas» y eso los hace sentir poderos♡s. Es desde allí que comienzan a descubrir que pueden hacerlo, y que cualquier cosita, nosotr♡s estamos para acompañarles. ❤